A la mujer líder no se le otorgó ese espacio, ella lo buscó, lo consiguió y se lo ganó
“Todavía contamos con obstáculos culturales y sociales. Todavía tenemos una mayor carga en el hogar y con los hijos. La sociedad todavía nos juzga”, afirma enfáticamente Anyarlene Bergés, y agrega que estos “son procesos culturales que toman tiempo y han ido cambiando y seguirán cambiando, pero para vencerlos, es fundamental el apoyo entre nosotras mismas, el empoderamiento de otras y el fomento de la igualdad en nuestros ámbitos de incidencia”.
“Ser líder lo vínculo con ser una persona que inspira y motiva a los demás a ser y dar lo mejor de sí. Alguien que con su ejemplo y acciones logre que otros crean en sus capacidades internas. Es esa persona que se convierte donde quiera que va en un referente para las demás en las tomas de decisiones”, señala.
Ayarlene Bergés es una mujer cuya capacidad, preparación y determinación la han llevado a posiciones estratégicas y de liderazgo. Actualmente, como vicepresidenta de Relaciones Institucionales, Comunicaciones y Sostenibilidad en INICIA, reconoce que el liderazgo femenino tiene un efecto bastante particular ya que “cuenta con elementos adicionales de inspiración, mayor compromiso social y aspectos humanos. A la mujer líder no se le otorgó ese espacio, lo consiguió, lo buscó y se lo ganó. Ese proceso marca toda la diferencia” finaliza.