De entorno vuca a entornos vucas
Nuestra vida cada vez va más rápida, tanto que hay días que nos cuesta seguir el ritmo que nos impone y, por supuesto, el que nos auto imponemos nosotros mismos. En este entorno conocido por las siglas en inglés VUCA, porque es volátil, incierto (uncertain), complejo y ambiguo, hemos de tratar de liderarnos a nosotros mismos y liderar, en muchas ocasiones, a los que nos rodean.
El término VUCA apareció por primera vez en 1985 en el libro "Leaders. The Strategies For Taking Charge" que escribieron los economistas y profesores universitarios Warren Bennis and Burt Nanus. Estas siglas hacían referencia al nuevo entorno en los que se moverían las sociedades y organizaciones tras la caída del antiguo bloque soviético.
Se presentaba ante sus ojos un nuevo paradigma: un mundo más incierto por lo nuevo del entorno, volátil por la fluctuación económica, ambiguo porque, aunque había suficiente información, no se sabía cómo tratarla y utilizarla. Y, finalmente, complejo por la multitud de variables nuevas que se presentaban y la posible interacción entre ellas, que hacía muy complicado el análisis y estimación de posibilidades futuras.
Desde principios de 2020, la pandemia COVID-19 ha traído un nuevo escenario, que ya no considero VUCA. Las reglas del juego han cambiado por completo y nos exigen que nos adaptemos de forma rápida a un nuevo cambio de paradigma.
En estos momentos, considero que el entorno ha pasado de ser VUCA a convertirse en VUCAS. Las primeras 4 letras siguen significando lo mismo, porque esas 4 variables todavía se encuentran entre nosotros. La quinta letra, la S, no es simplemente un plural. Su significado real viene dado porque el entorno en el que nos encontramos ahora también es Scary, es decir, nos da miedo.
- Miedo a la persona que no conozco en profundidad, al diferente.
- Miedo a la situación económica. La S también nos informa de que en este nuevo entorno la economía ha salido perjudicada. Muchas personas han perdido sus pequeñas empresas o empleos y han sufrido una reducción significativa de sus ingresos. Numerosas organizaciones medianas y grandes siguen sufriendo esta situación porque los costes se han incrementado y los tipos de interés y la inflación siguen al alza. En definitiva, la economía sigue dando señales para la prudencia por lo que pueda deparar el futuro. Toda esta preocupación y miedo hace que las personas se sientan menos seguras en este nuevo entorno VUCAS.
- Miedo a las consecuencias de la guerra y de la división de bloques mundiales.
- Miedo a los problemas de salud física, pero sobre todo mental por la falta de recursos propios para superar las adversidades.
Este miedo que se ha instalado en las sociedades tiene también una parte imaginada, de anticipación de que, a partir de ahora, las cosas me irán peor que antes.
El miedo es una emoción condicionante y peligrosa, no porque sea siempre real, sino por el poder que tiene para condicionar conductas en las personas y en las organizaciones a través de los empleados, clientes y consumidores.
Cuando una persona trabaja desde el miedo, su rendimiento baja y la cautela extrema hace que no se atreva a tomar riesgos que antes sí hubiera tomado. Esta conducta, bloquea la innovación, tan necesaria en estos momentos. El miedo, además, es un factor estresante en sí mismo, porque ante la posibilidad de peligro, el individuo prefiere quedarse parado a moverse hacia lugares desconocidos.
En un entorno donde el miedo atenaza a las sociedades, la valentía para tomar decisiones, la asunción de riesgos y la confianza en uno mismo son claves que nos ayudarán a transitar por este nuevo escenario.