¿Cómo pasar de decir a hacer en términos de sostenibilidad?
Una y otra vez, las encuestas de Ipsos muestran que los consumidores nos preocupamos por el medio ambiente y que la sostenibilidad continúe siendo una prioridad. En promedio, el 70 % a nivel mundial dice que está más preocupado por el medio ambiente ahora que hace un año. El 72 % está de acuerdo en que, si la gente corriente no actúa ahora para combatir el cambio climático, le estarán fallando a las generaciones futuras. Pero, ¿está la gente preparada para actuar?
Se habla mucho sobre la “brecha decir-hacer”, la paradoja de que si bien la preocupación declarada sobre el medio ambiente es alta, esto no siempre se traduce en acción en nuestra vida cotidiana (ver Figura 1). Esfuerzos para intentar dar cuenta de esta discrepancia no pueden llevarnos a cualquier conclusión satisfactoria. Y centrarse en este dilema puede impedir el progreso en la misma cuestión que esperamos abordar.
Sin embargo, un camino a seguir es utilizar la ciencia del comportamiento. Acceder a una comprensión más matizada de la sostenibilidad. Esto puede llevarnos a acciones concretas y soluciones duraderas.
Después de años de ver un compromiso limitado y estancado con comportamientos de sostenibilidad a pesar de los altos y crecientes niveles de preocupación pública, parece que es necesario hacer más. Se hace necesario, para fomentar y permitir cambios de comportamiento a gran escala que abordarán con mayor urgencia la emergencia climática.
Existe una presión cada vez mayor sobre las marcas para que reduzcan su impacto ambiental de varias maneras (por ejemplo, cadenas de suministros e inversiones), pero uno de los más visibles y las áreas de atención más populares son sus envases. Las marcas también deben asumir roles de liderazgo en esta área. Reducir los envases es un enfoque sensato para la sostenibilidad ya que evitar productos con mucho embalaje es a menudo reconocido por los consumidores como una acción que pueden realizar personalmente. Es una tarea tangible y sencilla, pero incluso la cuestión del embalaje y el reciclaje puede estar plagada de confusión.
Los datos de nuestra encuesta muestran que, en general, la gente quiere vivir de forma sostenible y aportar su granito de arena al medio ambiente. Sin embargo, una serie de barreras pueden significar que, a pesar de sus mejores intenciones, no siempre actúan hacia estos objetivos. La pregunta sigue siendo: ¿qué podemos hacer al respecto?
Para ello es fundamental que la industria y el gobierno actúen ayudando a los consumidores / ciudadanos a cerrar la brecha entre decir y hacer, y no imponer únicamente la responsabilidad a las personas de manera particular.