El país debe estar preparado para aprovechar las oportunidades que se presentan ante tendencias actuales como el desarrollo de hubs logísticos, el nearshoring y el desarrollo de tecnologías para acompañar a los emprendedores de la región.  

Con una carrera profesional de 23 años como abogado, desarrollándose por más de dos décadas como experto en el área del derecho tributario en general y del derecho tributario internacional en firmas de servicios profesionales con presencia global, Rafael Rivera se ha enfocado en dar un servicio personal y especializado a sus clientes y, sobre todo, en establecer canales de comunicación efectivos con clientes, sector gubernamental, colaboradores, gremios profesionales, colegas y en general, con los tomadores de decisiones relevantes en el desarrollo de nuestras prácticas profesionales y operaciones. 

 

Hoy, como Managing Partner de BDO Panamá, firma de contabilidad, impuestos y consultoría, perteneciente a la red internacional BDO, su objetivo es identificar e implementar soluciones prácticas a problemas complejos, como suelen ser aquellos relacionados con el desarrollo y la expansión empresarial en un entorno internacional o regional.  “Desde mi incorporación a BDO en Panamá en el año 2017 y, sobre todo, desde que asumí el rol de managing partner en octubre de 2020, he procurado aplicar todas esas experiencias y conocimientos a la expansión de nuestra firma, tanto en Panamá, como en la región, formando parte del equipo de liderazgo para la integración de BDO Interaméricas, una unidad de negocios regional que incluye la participación de nuestras oficinas en Colombia, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y por supuesto, Panamá”, expresa. 

 

 

Nuestra estrategia de crecimiento se enfoca en la gente, y en la gente incluimos tanto a nuestros colaboradores como a nuestros clientes. En BDO somos personas ayudando a personas a alcanzar sus sueños, y eso significa que estamos comprometidos tanto, con el desarrollo integral de nuestro equipo de profesionales, desde el nivel de ingreso hasta el de socios que lideran nuestras prácticas, como con nuestros clientes centrándonos en que tenga una experiencia excepcional de servicio

 

En BDO somos firmes creyentes de la igualdad de oportunidades y de permitir a las personas desarrollar al máximo su potencial. Fomentamos la equidad de género, tenemos un balance importante, en donde el 30 % de nuestras socias son mujeres y el 60 % de nuestro equipo de gerencia está conformado por mujeres. Nuestro objetivo es llevar ese nivel de paridad en un horizonte de aproximadamente cinco años.

 

Desde otra perspectiva, nuestra estrategia supone mantener una relación cercana con los clientes, manteniendo contacto directo con nuestros socios desde el inicio de la relación profesional, hasta la culminación del proyecto, lo cual asegura que estemos alineados en todas las etapas de la ejecución del trabajo. 

 

Finalmente, debo hacer énfasis en que nuestra firma apuesta firmemente por el desarrollo y adopción de nuevas herramientas tecnológicas, la automatización de procesos de análisis de datos y en invertir en el personal profesional capacitado para lograr esos objetivos, tanto en nuestro beneficio, como en el de nuestros clientes, por lo cual nuestra solución robótica S.A.R.A. ya está en proceso de implementación en las oficinas de los 9 países que conforman BDO Interaméricas.     

 

 

En BDO Interaméricas tenemos conformada una Junta Directiva integrada por los managing partners de las oficinas que conforman el Cluster. Las estrategias se diseñan por nuestros equipos de liderazgo en las distintas áreas de servicios y luego son sometidas a un proceso de evaluación, mejoras y optimización a nivel de la Junta Directiva, para luego ser implementadas de forma uniforme en la región. Esto nos ayuda a mantenernos alineados   con nuestro propósito, y  los objetivos, motivándonos a llevar a cabo  las acciones requeridas para el cumplimiento de los mismos. Como todos tenemos claridad con respecto a la situación particular de cada uno de nuestros mercados, nos aseguramos de cubrir las necesidades particulares e inquietudes de nuestros clientes y equipos a nivel local, sin perder de vista la estrategia regional propuesta para LATAM. En mi opinión, se trata de procesos fundamentales para mantener una conexión clara entre la estrategia y la ejecución de esta, pero que muchos de nuestros competidores por una razón u otra, están perdiendo de vista.  

 

 

Recientemente publiqué un artículo en donde abordo este asunto. Los grandes retos del nuevo gobierno que inicia el 1 de julio de 2024 se deben centralizar en lo que se denomina consolidación de las finanzas públicas. Es decir, diseñar e implementar un plan económico que se asegure de balancear los ingresos públicos (incluyendo los impuestos) con el gasto necesario para atender múltiples necesidades básicas de la población como son la salud, educación, seguridad social e infraestructura pública. Sin duda, se requiere implementar una revisión del sistema tributario a fin de evaluar las múltiples exenciones fiscales vigentes y determinar hacia dónde y cómo deben dirigirse las medidas de incentivos tributarios y subsidios a la inversión, sobre todo en el contexto de la adopción del impuesto mínimo global en economías desarrolladas. 

 

No obstante lo anterior, y considerando las perspectivas de crecimiento que múltiples agencias como la OCDE, el PNUD, Fondo Monetario y el Banco Mundial tienen para América Latina, considero que las perspectivas de crecimiento para Panamá en la región son bastante optimistas y nosotros como país debemos estar preparados para aprovechar las oportunidades que se nos presentan ante tendencias actuales como el desarrollo de hubs logísticos, el nearshoring y el desarrollo de tecnologías para acompañar a los emprendedores de nuestra región.  En este sentido, es importante que logremos desarrollar esquemas que generen confianza al inversionista y que sumen a la credibilidad de nuestro país en el entorno internacional. 

 

 

En BDO siempre estamos aportando en las discusiones con nuestros clientes para efectos de mantenerles informados sobre las últimas tendencias en materias como sostenibilidad y su impacto financiero a través de facilidades crediticias que premian iniciativas verdes y similares, entrenamiento para que se preparen anticipadamente para la adopción de nuevas normas financieras,  la utilización de soluciones para automatizar y agilizar sus procesos, con la consecuente reducción de costos y evaluar la carga fiscal total del negocio para identificar áreas en donde se puedan desarrollar eficiencias, todo esto con el objetivo de generar valor para el cliente y su negocio.

 

En nuestro entorno, me refiero a América Latina, muchas de estas iniciativas están en fases iniciales de aplicación y, por lo tanto, considero que estamos en un momento ideal para su adopción, de forma tal que se puedan capitalizar estas ventajas y eficiencias en los próximos años. 

 

 

Como lo mencioné previamente, nos enfocamos en la búsqueda e identificación de talento humano con un alto potencial de desarrollo, que comparta nuestra visión y enfoque, porque en un mercado como el nuestro, esto es clave. Me siento muy satisfecho porque a nivel de gente y de talento humano, somos considerados como una firma que claramente responde a las aspiraciones de oportunidades y crecimiento de los jóvenes profesionales. Por otro lado, también hemos invertido mucho en capacitación y entrenamiento, herramientas y tecnología para asegurarnos de mantener los más altos niveles de seguridad informática para nuestros clientes, permitir a nuestros equipos profesionales automatizar tareas rutinarias y enfocarse en el análisis con enfoque de riesgo y generación de valor agregado.

 

Nuestra estrategia regional para permitir el uso de talento profesional y recursos tecnológicos de forma colaborativa nos ha permitido capturar cuentas regionales de primer nivel, sobre todo luego de la pandemia, lo cual significa que el mercado nos ha identificado claramente como una firma de servicios profesionales con el talento, las capacidades y los recursos disponibles para atender sus necesidades de manera ágil, frente a la oferta de nuestros competidores. 

 

      

 

Si uno evalúa el entorno geopolítico en América Latina, nuestro país ha mantenido una estabilidad política en el largo plazo (desde 1990 a la fecha), que también ha tenido un reflejo con respecto a la estabilidad económica y de negocios en nuestro país, esto sin duda genera un nivel de certeza y tranquilidad a la inversión extranjera, ello ha contribuido a los resultados económicos positivos de Panamá en las últimas décadas, si nos comparamos con otros países de la región. Esto sin duda es una calificación positiva al momento de capturar la inversión.  

 

En lo que respecta a la carga fiscal de nuestro sistema tributario, queda claro que es la más baja de la región. Un reciente análisis de BIDEconomics señala que la presión tributaria de Panamá ronda el 8.5% sobre el PIB frente a un promedio de 16% promedio de América Latina y El Caribe. Con una tasa de impuesto a las corporaciones del 25% y un IVA (denominado ITBMS en Panamá), aunado a un sistema con numerosas exenciones aplicables a distintas actividades económicas o áreas especiales, es claro que la carga fiscal no es una de las objeciones u obstáculos a la inversión. 

 

El reto sin duda es que, en nuestro país, es necesario redistribuir la carga fiscal, de manera tal que se establezca un terreno de juego nivelado o “level playing field” que permita tomar decisiones de inversión que no estén influenciadas por distintos tipos de exoneraciones tributarias.   

 

Me parece que hace más sentido establecer un solo marco global de beneficios, incentivos o descuentos fiscales uniforme y que permitan al inversionista definir con claridad desde el inicio cuáles son sus reglas del juego y que no generen de forma subyacente situaciones de desventajas entre distintos inversionistas cuyo objetivo final es el mismo, invertir en nuestro país. Sin duda una guía para llegar a este objetivo es utilizar el marco internacional que se está desarrollando en el contexto del impuesto mínimo global.

 

Evidentemente esto crea otros retos para nuestro país porque entonces debemos concentrarnos en los problemas reales como la seguridad jurídica, el ejercicio de un sistema de justicia imparcial y que sea dictada de forma oportuna, rendición de cuentas, capacitación de nuestros estudiantes, métricas de eficiencia de la fuerza laboral, facilidad de atraer y contratar talento, entre otras. 

 

 

Considero que en nuestra región nos encontramos en una etapa inicial de adopción de las mismas, por consiguiente, los “early adopters” al suscribir financiamientos o realizar emisiones de títulos valores bajo el marco de reglas de sostenibilidad financiera, se están colocando en posiciones competitivas mejores a los del resto de sus competidores que toman la decisión de “wait and see” o diferir la adopción del cambio hasta el último minuto. En estas circunstancias siempre he pensado que es mejor ser promotor del cambio; sin embargo, es claro que en nuestro medio muchos empresarios prefieren la cautela o esperar hasta que las soluciones ya hayan tenido éxito comprobado antes de implementar decisiones de este tipo.  

 

Es claro para mí que desde el sector gubernamental se van a dar pasos hacia adelante en la agenda de adopción de políticas de Sostenibilidad (ESG) y eso también va a impulsar de forma importante la adopción de estos cambios. 

 

 

Con el equipo de liderazgo de sostenibilidad de nuestra firma, hemos venido  desarrollando la implementación de nuestras políticas ESG en Panamá de acuerdo a la estrategia de sostenibilidad de BDO Interaméricas, cubriendo aspectos diversos como: i) la iniciativa NET Zero de emisiones de carbono al año 2050 diseñada desde BDO Global; ii) nuestra participación en la Iniciativa de Paridad de Género Asociación de Interés Público, bajo el auspicio del Ministerio de la Mujer de la República de Panamá;  y iii) nuestras iniciativas de colaboración tanto en trabajos pro bono como en contribuciones con distintas organizaciones no gubernamentales como el Banco de Alimentos de Panamá y Fundación Jesús Luz de Oportunidades, por mencionar algunos ejemplos. 

 

 

Como lo mencioné previamente, el futuro de nuestra firma se centra en nuestra gente y en su crecimiento. Luego de la pandemia, decidimos adoptar un sistema de trabajo híbrido, que les permite a nuestros colaboradores trabajar desde la oficina o desde su casa, de acuerdo con las necesidades de nuestros clientes y proyectos. Esto también permite a nuestra gente programar ciertas actividades en el hogar que de otra forma sería más complejo manejar. Por otro lado, hemos identificado profesionales jóvenes con mucho talento, listos para aceptar y sacar adelante retos importantes y lo que requieren es que se les brinde esa oportunidad de destacarse y liderar, nuestra convicción es que en BDO en Panamá y en BDO Interaméricas, les brindaremos esas oportunidades. 

 

 

En BDO en Panamá contamos con un equipo de 12 socios y cerca de 200 profesionales en total, lo cual nos coloca en una posición de liderazgo en nuestro mercado frente a nuestros competidores. A nuestro último cierre fiscal cerramos en una facturación de cerca de USD  12 MM en Panamá y de USD 14 MM en nuestro Cluster (que incluye Nicaragua y Honduras).  

 

Nuestra visión estratégica es duplicar el tamaño de nuestra firma en el corto plazo (al cierre del año 2026), consolidándonos como asesores de confianza de nuestros clientes en el lugar y momento en que nos necesiten, precisamente porque las oportunidades y necesidades de negocios trascienden muchas veces los conocimientos de ciertas prácticas profesionales y también las fronteras de nuestros países. 

 

En este sentido, contamos con equipos multidisciplinarios dispuestos a asistirles en nuestras líneas de servicios más tradicionales y conocidas, como auditoría, asesoría de impuestos y servicios de outsourcing, como en otras más novedosas de asesoría de negocios, como consultoría de operaciones, fusiones y adquisiciones (M&A), servicios legales de negocios, sostenibilidad, administración y planificación de riesgos, servicios de tecnología y soluciones digitales. 

 

De igual forma, como lo indiqué previamente, formamos parte de BDO Interaméricas, en donde estamos integrados más de 50 socios y de 2000 profesionales, y cerramos nuestro último periodo fiscal con una facturación que excedió los USD 55MM en servicios profesionales. Esto nos posiciona como una de las firmas líderes de la región en América Latina, con la capacidad de atender proyectos de alta complejidad e impacto para nuestros clientes, con el conocimiento local necesario para llevar adelante los mismos.