¿Cuánto vales como persona?

Te contaré en esta oportunidad parte de mi historia que seguramente será igual a la de millones de personas… La vida me dio la “grata” sorpresa de ser emigrante, las condiciones de salida no las diré porque realmente en este punto al que hoy me voy a referir no tiene relevancia. Explicaré que la llegada a un nuevo país trae consigo una serie de eventos que sin duda influyen en lo positivo y negativo de la vida.

Después de llevar una vida cómoda, alegre, bonita, pero en relativa tranquilidad con algunos aspectos que deseábamos mejorar, tomamos la decisión de mudarnos de país, motivados por nuestros hijos, para que ellos tuviesen un presente mejor y la convicción de brindarles un futuro prometedor. La ilusión, los sueños y las ganas de emprender un nuevo camino eran la gasolina para lanzarnos al vacío…

Sin embargo, la angustia, incertidumbre y los miedos no están fuera de la ecuación cuando migras, son parte de la misma. Y allí el gran dilema: ¿quién eres? ¿Cuánto vales? ¿Qué deseas? ¿Qué quieres? ¿Cómo te ves? ¿Cómo te percibes ante una nueva sociedad? ¿Qué estás haciendo para conseguirlo? Por dónde empiezas a responder el cuestionamiento que sin darte cuenta va llegando a la mente y te confronta en muchos casos con una realidad que hasta hace muy poco desconocías.

En un nuevo país todas esas interrogantes están presentes, para sorpresa de todos, es un fenómeno común, y podía palpar como en silencio otros lo vivían, ¿Es lógico no? Nadie te conoce, la diferencia es que algunos expresan con mayor facilidad lo que sienten, pero además de eso, algunos pocos se atreven a buscar las respuestas adecuadas a sus miedos y temores, a sus cuestionamientos o incógnitas… Ahora bien, esto no es exclusivo de un proceso migratorio, también sucede cuando hay un cambio de empleo, una ruptura amorosa, discordia familiar, baja autoestima, cualquier evento que nos confronte podría ser el escenario planteado para este encuentro.

Una de las primeras cosas que debemos hacer es buscar respuestas en nosotros mismos. Lamentablemente vivimos en sociedades donde las respuestas se buscan en internet, redes sociales o incluso en la opinión del otro, es decir lo que otro “piense” de mí, de ti… Dejamos a un lado lo que somos y podemos ser. Nos olvidamos de las habilidades, capacidades, el cúmulo de experiencia y la actitud que podemos desarrollar ante nuevos proyectos, retos y acontecimientos, sin comprender que lo único que nos permitirá darnos el valor necesario será la autovaloración que tengamos de nosotros mismos.

Es por ello que el texto de hoy es una motivación honesta y franca, cuyo objetivo es que abras los ojos y entiendas que la palabra es poder y todo lo que está en la mente es el punto de partida a lo que deseas ser. Somos básicamente generadores de cambio, ejemplo ante la multitud que nos observa, que nos sigue e imita.

Entonces… ¿Cuánto vales? Vales el costo que te des, vales lo que proyectas, vales lo que das sin esperar nada a cambio, vales el respeto que brindas, vales lo que sientes y expresas en coherencia y congruencia, vales lo que tus hijos, padres, pareja ven en la intimidad de tu hogar, vales lo que irradias no lo que publicas ante el lente de una cámara, una red, o la sociedad. Vales no porque hagas cosas, vales porque hagas cosas importantes. Las que cuentan y se sienten… ¡Vales por lo que piensas!

Recuerdo escuchar a mis maestros teorizar sobre las creencias limitantes, arraigadas en las costumbres y cómo fuimos criados, sin duda es transcendental entenderlo para luego atrevernos a dar el paso de cambio. Damos por hecho que todo será una constante y lamento decir que no es así, de vez en cuando la vida nos da profundos sacudones y hoy estoy aquí para decirte que eso es bueno muy bueno y bravo por ellos. ¡Que rico que algo nos mueva! ¡Que rico que haya un nuevo despertar en mi pero sobretodo en ti! ¿Podemos estar del lado de la tristeza sostenida, la amargura al buscar por qué? La queja plena a “lo que sea”, paralizados y aterrados al cómo desenvolvernos en una nueva cultura... pero está en nuestras manos construir un mejor porvenir. Nosotros decidimos cómo enfrentar las circunstancias, somos los únicos que podemos elegir una nueva actitud. ¡Viviendo rodeados de ilusiones y visualizando un camino de grandeza, disfrutando de los pequeños placeres que la vida nos da!

Te pregunto ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Eres más, mucho más de lo que crees ser…¡Descúbrelo! ■

 

                                                                                                                                                     {¿Cuánto vales como persona?}

mariagabrielamorar@hotmail.com

 

¿Cuánto vales como persona?

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