INTEGRAR LA COMUNIDAD ES LA CLAVE LOS PROYECTOS EXITOSOS TIENEN EN COMÚN LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN LAS TOMAS DE DECISIONES

por Rosa Rijo Directora Ejecutiva de la Fundacion Tropigas para Revista Factor de Éxito.

Lograr una visión compartida de las necesidades de una comunidad es fundamental para el éxito de cualquier proyecto que busque ser de gran impacto en sectores vulnerables. Realizar planes integrales de desarrollo sostenible representa una estrategia valiosa y efectiva para la transformación de pensamiento de una comunidad, tomando en cuenta además de lo visible la forma de intervenir y de abordar los diferentes grupos sociales.

Los proyectos exitosos tienen en común la participación comunitaria en las tomas de decisiones, donde jóvenes, adultos, profesionales, negociantes, líderes comunitarios y religiosos emiten su opinión y participan de manera activa. El plan de acción del proyecto debe formularse partiendo de un levantamiento previo de información donde salen a relucir las necesidades e inquietudes de la comunidad, así como informaciones de referencia e indicadores a tomar en cuenta como medición de impacto.

La evaluación de las fortalezas, debilidades, activos y necesidades de una comunidad constituyen el primer paso en la planificación de un proyecto eficaz, promoviendo que el compromiso y el involucramiento sean cada vez más activos, dando como resultado la autogestión del desarrollo, generando un sentido de pertenencia. La integración de la comunidad en los proyectos es de gran importancia para garantizar la sostenibilidad del mismo, involucrando a los comunitarios en la búsqueda de alternativas para solucionar las problemáticas del sector. La participación social permite a la comunidad organizarse para expresar sus necesidades y defender sus intereses, promoviendo una administración más transparente de los recursos que puedan adquirir como comunidad beneficiada de un proyecto.

El desarrollo sostenible concibe un nuevo tipo de gestión que fomenta una cultura de participación hacia un proceso de cambio progresivo en la calidad de vida del ser humano, que lo coloca como centro y sujeto primordial del desarrollo, implicando el fortalecimiento y la plena  participación ciudadana en convivencia armónica con la naturaleza. En el programa Ribera Verde que lideramos a través de la Fundación Tropigas, brazo social del grupo Martí, estamos desarrollando iniciativas de saneamiento ambiental y mejora de calidad de vida en el sector La Ciénaga, las cuales han sido construidas a partir del protagonismo real de las personas, familias, niños/as, productores, fundaciones e instituciones que existen en la comunidad.

Partimos de un levantamiento previo de información, el cual nos permitió ver con mayor claridad las necesidades críticas de la comunidad, así como datos relevantes para identificar los indicadores a tomar en cuenta como medición de impacto en la comunidad durante un periodo de dos años. Los equipos de trabajo, redes comunitarias y voluntariado han sido todos conformados por personas residentes en el sector, siendo estos parte activa de la implementación de los diferentes proyectos del programa, garantizando así mayor compromiso y sentido de pertenencia por estar trabajando para la mejora de su comunidad. El programa Ribera Verde, a través de sus 6 proyectos: manejo de residuos, limpieza de cañadas, reforestación, salud preventiva, educación ambiental, y participación comunitaria es una fuente de empleo para más de 90 personas residentes en el sector, desempeñando las funciones de recolectores de residuos, brigadistas de saneamiento, promotores ambientales, pintores, facilitadores y entrenadores deportivos.

En el desarrollo del programa se han creado con los voluntarios del sector redes comunitarias de Salud, de Emergencia ante Desastres Naturales y de Guardianes del Medio Ambiente, lo que denota una gran integración de la colectividad, donde todos los integrantes reciben capacitaciones de Cambio Climático, Salud y Saneamiento Ambiental, Reciclaje, Primeros Auxilios y Liderazgo Social, entre otros.

La integración de la comunidad sin duda ha sido la clave de la efectiva implementación del programa Ribera Verde en el sector La Ciénaga, siendo este un modelo replicable en los demás sectores de las riberas de los ríos Ozama e Isabela.