En el tercer trimestre, Coca-Cola tuvo un beneficio neto de 2.471 millones de dólares, un 42 % más que los 1.737 logrados en ese tramo de 2020.

Los ingresos operativos netos del grupo con sede en Atlanta (EE.UU.) entre enero y septiembre ascendieron a 29.191 millones, un 20 % más interanual, según informó este miércoles la empresa en un comunicado.

La facturación operativa entre julio y septiembre fue de 10.042, un 16 % más interanual.

Coca-Cola calificó de «sólidos» los resultados de su tercer trimestre, así como los de su rendimiento en los nueve primeros meses del año, y aseguró que estos últimos tres meses se habían visto favorecidos por un nuevo «impulso».

«Nuestra transformación estratégica nos está permitiendo navegar con eficacia en un entorno dinámico y salir más fuertes de la pandemia», dijo el máximo ejecutivo de la empresa, James Quincey, citado en la nota.

Quincey apuntó que, aunque la recuperación de la crisis causada por la pandemia de la covid-19 se está produciendo a distintos ritmos en todo el mundo, la empresa está invirtiendo en crecimiento «para generar valor a largo plazo».

Por áreas geográficas, en este último trimestre Coca-Cola ha tenido su mayor crecimiento en Latinoamérica, donde la facturación neta subió un 41 %, seguido por el conjunto Europa, Oriente Medio y África, que creció un 13 %, Norte América, que aumentó otro 13 % y Asia Pacífico que experimento un repunte del 3 %

Para el conjunto del año, Coca-Cola espera que sus ingresos netos aumenten entre un 1% y un 2 %. En cuanto al próximo año, la multinacional se muestra confiada en el impulso que está viviendo su negocio, aunque apuntó que no adelantará sus previsiones hasta que anuncie sus resultados del cuarto trimestre.

Los resultados anunciados hoy por la empresa superaron las expectativas de los inversores y tras la apertura de Wall Street sus acciones se revalorizaban un 2,17 %.