América Latina: moderación e incertidumbre
En América Latina y el Caribe, la perspectiva económica para 2025 es moderada. Cerca de dos tercios de los economistas consultados esperan un crecimiento económico mesurado. No obstante, el informe subraya que la región enfrenta desafíos estructurales que podrían limitar su dinamismo.
"Aunque se anticipa una inflación más baja que en mediciones anteriores, la región sigue expuesta a riesgos externos y a la volatilidad de los mercados internacionales", señala el documento.
La inflación en América Latina muestra signos de contención. La proporción de economistas que anticipan una inflación baja pasó del 6% al 21% en la última encuesta. Este cambio positivo está vinculado a políticas monetarias más estrictas y a una recuperación gradual de los precios de las materias primas.
Sin embargo, el informe advierte que la región debe mantenerse atenta a los cambios en las políticas comerciales globales y a la intensificación de dinámicas proteccionistas. Asimismo, la fragmentación del comercio internacional afecta directamente a América Latina.
Las barreras comerciales y la reorganización de las cadenas de suministro están cambiando los patrones de comercio global, lo que podría representar tanto riesgos como oportunidades para la región. En este contexto, el informe destaca la importancia de fortalecer la integración regional y diversificar los socios comerciales. La región también debe considerar estrategias de industrialización sostenible para reducir su dependencia de la exportación de materias primas.
Comercio de servicios
Por otro lado, la transición hacia el comercio de servicios se presenta como una vía para impulsar el desarrollo económico en América Latina. Aunque las economías avanzadas se benefician más de este tipo de comercio, el informe reconoce que "los servicios están cobrando creciente importancia como motor de desarrollo económico". Esto subraya la necesidad de adaptar las estrategias económicas para capitalizar estas tendencias.
Además, la adopción de tecnologías digitales y la mejora en infraestructura serán determinantes para potenciar el comercio de servicios. Invertir en educación y capacitación tecnológica es fundamental para que la región pueda integrarse de manera competitiva en los mercados globales de servicios digitales. Por esto, fomentar la innovación y el emprendimiento contribuirá a diversificar las economías locales y reducir la vulnerabilidad ante choques externos.
Finalmente, los economistas jefes destacan que para este año el panorama económico global y regional para 2025 se caracteriza por un crecimiento moderado y una creciente fragmentación del comercio internacional.
Así, América Latina se enfrenta al desafío de navegar en un entorno global incierto, donde la adaptación a nuevas dinámicas comerciales y la contención de la inflación serán claves para mantener la estabilidad económica. "Solo mediante un enfoque integral que combine innovación, sostenibilidad e inclusión social, la región podrá consolidar su crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos", concluyen.